La comida y el ambiente que lo rodea.

Nos centramos siempre en lo que comemos, en los nutrientes que contiene, en el proceso por el que ha pasado la comida, etc. pero ¿cómo comemos?. Pues el beneficio y las ventajas que conlleva los alimentos de calidad se ven aumentados cuando las tomamos con tranquilidad y alegría de vivir.

Las tensiones, disgustos, estrés son causa de un gran gasto de energía y alteraciones en todo el proceso digestivo.

Os invito a observar  especialmente en días laborables y comidas en empresas cómo comemos; hombros tensos, observación del reloj constantemente, charlas superficiales, hablar por teléfono o comer con el ordenador delante, bromas, tragar apresuradamente, no masticar suficientemente los alimentos, respiración rápida, vientres contraídos…. Pensemos también en comedores escolares, etc. por ello es importante enseñar a los niños a comer en calma y relajación durante las comidas.

La estética de la mesa y la presentación de los platos aumentan el interés por la comida.

No solo importa el sabor de la comida sino también lo que sentimos en ese momento, lo que estamos viendo, lo que oímos, iluminación, con quien comemos…

Factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de comer

  • Comer en un sitio con poca iluminación empuja a comer más porque no podemos ver bien lo que comemos y dificulta el hacernos conscientes de la cantidad que ingerimos.
  • La música puede llegar a estimular el consumo porque aumentan el tiempo de permanencia comiendo y distraen al plato de comida.
  • Los ruidos molestos o los gritos excitan el sistema nervioso, favorecen el consumo incontrolado y rápido de comida.
  • La televisión distrae nuestra atención en la comida y cuando nos damos cuenta hemos comido más de la cuenta.
  • Cuando comemos muchos en la misma mesa el diálogo favorece la asociación de la comida aunque no debemos de perder de vista la comida que ingerimos. Está comprobado que a mayor número de personas en la misma mesa mayor es la ingesta.
  • A mayor variedad de alimentos mayor consumo ya que visualmente al cuerpo le apetece todo, un ejemplo muy claro es el buffet.
  • Comer en movimiento nos empuja a comer más ya que no nos damos cuenta de lo que comemos y por ello no nos saciamos, además de que la digestión no se realiza bien. Lo ideal sería comer sentados tranquilamente en la mesa.
  • En cuanto a cubiertos lo mejor sería de metal y platos blancos para ver realmente la comida, pues tanto los cubiertos de plástico como los platos de colores no nos dejan saborear bien la comida ni hacernos conscientes de la cantidad que ingerimos.

Si nuestra comida la hacemos descontrolada, acelerada sin tener en cuenta estos factores, el proceso digestivo no se realizara correctamente y ello conlleva que la digestión y la absorción de los nutrientes tampoco.

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