Paisaje de altas montañas y nubes

El oxígeno como alimento.

Paisaje de altas montañas y nubes.

Nos interesamos en cuánto comer, cómo comer, cuándo comer, qué comer, etc.

Pero ¿nos hemos parado a pensar que también necesitamos comer oxígeno?

Pues el oxígeno es necesario para quemar la glucosa y las grasas en el organismo. Y es tan importante como cualquier otro alimento.

¿De dónde se extrae?

El aire puro tiene un 21% de Oxígeno mezclado con nitrógeno, vapor de agua, anhídrido carbónico y otros gases como helio, argón, etc. Pero no solo se encuentra oxígeno en el aire sino también en frutas, hortalizas y semillas crudas. Y también nos pueden ayudar las plantas en casa o en nuestros lugares de trabajo.

Cuando respiramos introducimos Oxígeno y expulsamos Dióxido de Carbono (gas producido al quemar azúcares y grasas).

Debemos darnos cuenta que es un alimento gaseoso imprescindible y necesario para el trabajo físico, mental y para activar nuestro sistema defensivo. Por ello es importante fijarse si en la atmósfera en la que solemos estar hay muchas personas, muchos calentadores, poca ventilación, porque sí es así, nuestro rendimiento físico e intelectual no es el mismo.

Su consumo es necesario para vivir, pero un consumo de Oxigeno adecuado nos garantiza la regulación de todos los procesos de oxidación del organismo y de regeneración celular

Causas de no consumir suficiente Oxígeno

  • Puede ser debida a que tengamos falta de Hierro en sangre ya que este se encarga de fijar el oxigeno en el pulmón o de hemoglobina o glóbulos rojos, ya que son los que transportan este Oxígeno.
  • Puede ser debido a que haya una presión sanguínea baja (lo que nosotros conocemos como tensión arterial) o si tenemos las arterias obstruidas (debido a grasas como el colesterol o placas de ateroma pegados en las paredes arteriales) y el riego sanguíneo no es suficiente.
  • Una alteración en los pulmones o el consumo de tabaco provoca una disminución de la toma de Oxígeno.

Síntomas al no consumir el suficiente Oxígeno

Los síntomas más típicos son sueño, cansancio, dolores de cabeza, ansiedad, falta de vitalidad, falta de concentración, envejecimiento más rápido, mucho esfuerzo al realizar actividad física, etc.

Actualmente existen “cocteles de Oxígeno”, antes solo se podía acceder a ello en clínicas médicas y se comenzaron a utilizar hace 50 años en la Unión Soviética para tratamientos de antienvejecimiento, pero ahora se utilizan en instalaciones deportivas, spas, balnearios, etc. para embarazadas evitando así la hipoxia del bebé, deportistas para mejorar sus resultados, para acelerar el metabolismo, para eliminar toxinas, etc.

¡Comamos Oxígeno!

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