Guía roja y verde de alimentos transgénicos.

Escuchamos hablar muchos sobre alimentos transgénicos pero muchas veces no sabemos que alimentos son y que marcas usan este tipo de alimento modificado genéticamente. Para ser un consumidor responsable con nuestra salud y con nuestro mundo debemos informarnos lo máximo posible, por ello este post.

Todavía me acuerdo cuando en clase de biología mi profesor nos explico para que iban a servir los transgénicos, paliar el hambre en el mundo era su finalidad o al menos lo que nos contaban, tristemente la realidad es muy distinta.

La Ong Greenpeace lleva cinco años publicando la «guía roja y verde de alimentos transgénicos«, en esta guía la ong analizan la presencia o no de transgénicos en productos de algunas marcas comerciales muy conocidas como puede ser Nestlé, Hacendado, Bimbo, Dia, etc.

Esta guía es bastante valiosa porque muchas de las marcas son las clásicas que se comercializan en cualquier supermercado donde solemos comprar. Aunque por la normativa europea están obligados a poner en la etiqueta que es un producto modificado genéticamente, hay veces que no miramos la etiqueta o que simplemente no lo vemos claro. Pues bien esta guía abrirá los ojos a más de uno, muchos productos que pensamos que son de calidad y encima caros usan transgénicos…

Para ver la guía gratuita, pincha aquí.

Algunas dudas frecuentes en este tema (la información esta sacada de la guía de la que anteriormente os he hablado):

¿Qué es un transgénico?

Un transgénico u Organismo Modificado Genéticamente (OMG) es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. La manipulación genética consiste en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacterias, para producir una sustancia insecticida. Y la patata transgénica aprobada en marzo de 2010, lleva un gen que podría anular el efecto de ciertos antibióticos.

La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora vegetal es que la manipulación genética permite franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala en que se nos involucra a todos en contra de nuestra voluntad. Además, la manipulación genética está basada en un modelo científico obsoleto y que está en entredicho. El sistema de evaluación de riesgos de la UE está repleto de trampas e irregularidades.

Tras años de debate público, la mayoría de los ciudadanos españoles, al igual que los del resto de Europa, mantiene una actitud contraria a los transgénicos. Esta oposición ha llevado a muchas empresas a eliminar los ingredientes transgénicos de sus productos.

¿Cómo está la legislación de etiquetado?

La actual legislación europea de etiquetado obliga a etiquetar los productos que deriven de cosechas transgénicas, independientemente de la presencia de ADN o de proteína ‘transgénica’ en el producto final. Así, cualquier alimento que contenga OMG o ingredientes que deriven de éstos debe declararlo en su etiqueta. Se trata de un primer paso fundamental para que podamos ejercer nuestro derecho a elegir alimentos sin transgénicos.

¿Transgénicos en mi plato?

Los cultivos transgénicos utilizados para alimentación humana en la UE son fundamentalmente algunas variedades de maíz y de soja. Por eso en esta guía figuran solamente aquellos alimentos que contienen al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de estos cultivos. El maíz, la soja o sus derivados industriales están presentes en más del 60 por ciento de los alimentos transformados, desde el chocolate hasta las patatas fritas, pasando por la margarina y los platos preparados.

Un alto porcentaje del maíz y de la soja que llegan a España provienen de países que cultivan transgénicos a gran escala, como Argentina o Estados Unidos. Además, se cultivan unas 80.000 hectáreas de maíz transgénico (es el único país de los 27 de la UE cuyo Gobierno ha venido tolerando desde 1998 su cultivo a escala comercial).

Algunos ejemplos de ingredientes y aditivos derivados del maíz y de la soja, y por tanto ‘sospechosos’ de tener un origen transgénico, son:

● Soja: harina, proteína, aceites y grasas (a menudo se ‘esconden’ detrás de la denominación aceites/grasas vegetales), emulgentes (lecitina–E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471), ácidos grasos.

● Maíz: harina, almidón*, aceite, sémola, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, dextrosa, maltodextrina, isomaltosa, sorbitol (E420), caramelo (E150), grits.

Atención: «Almidón modificado» hace referencia a una transformación físico-química sin relación con los transgénicos.

Doy gracias a Greenpeace por este gran trabajo, sin ellos (y sin otras Ong), el mundo sería mucho peor.

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