Quien más y quien menos ya ha oído hablar del método Pilates o incluso lo ha practicado, pero muchas veces no se sabe exactamente en qué consiste o en qué nos beneficia.
¿Es una técnica de estiramientos? ¿Es un tipo de yoga? ¿Adelgazaré practicando Pilates? ¿Es sólo para personas mayores?
Hoy en día hay clases muy personalizadas, Pilates para tercera edad, para embarazadas, con aparatos, en suelo, etc. Pero la base y los objetivos son los mismos.
Beneficios del método
- El nivel de conciencia corporal que desarrolla permite trabajar la conexión mente-cuerpo.
- La práctica correcta proporciona una sensación de relajación y activa la energía.
- Permite autodescubrirse: detrás de cada postura se expresa una actitud ante la vida.
- Desarrolla la concentración, la flexibilidad y la musculatura.
- Puede practicarse a cualquier edad.
¿De dónde viene el Pilates?
A principios del siglo pasado, Joseph H. Pilates, un apasionado de la práctica deportiva, desarrolló un método de ejercicios tan completo y efectivo que no sólo ha pervivido entre sus seguidores, bailarines y atletas, si no que se ha utilizado como tratamiento en fisioterapia y ha traspasado la barrera de las minorías para experimentar, casi 100 años después, un éxito sin precedentes.
Durante su vida, Pilates desarrolló más de medio millar de ejercicios para practicar en colchoneta y en una serie de 14 aparatos para ejercitar el cuerpo de manera uniforme, combinando los métodos de entrenamiento occidentales, basados en potenciar la resistencia y la fuerza, con conceptos orientales, como relajación mental, respiración, flexibilidad y conciencia de la zona abdominal.
Fundamentos del Pilates
Pilates descubrió que fortaleciendo la musculatura del centro del cuerpo, abdominales, lumbares y músculos de las caderas y nalgas, conseguía reforzar y tonificar a la vez todo el organismo, obteniendo un equilibrio físico y mental.
A este centro del cuerpo, en el que para las disciplinas como el yoga o el tai chi reside la energía vital, le dio el nombre de centro de energía o power house, y es el punto desde el que se comienza a trabajar cada uno de sus ejercicios.
La manera de hacerlo es presionando el ombligo hacia la columna vertebral y elevándolo hacia el diafragma como si un peso tirase de él. Puede sonar difícil, pero la práctica y las indicaciones del monitor te van haciendo avanzar cada día.
Además de este principio básico, Pilates identificó su método con los siguientes cinco fundamentos:
Concentración. Se refiere a la necesidad de prestar atención a los movimientos que se realizan y sentir la actividad que se está desarrollando en cada momento para conectar cuerpo y mente, dejando a un lado cualquier problema que obstaculice este propósito. Un beneficio indirecto es la toma de conciencia corporal y el vivir el momento presente como una meditación en movimiento.
Control. Pilates llamó a su sistema contrología, pues pretendía la realización de los ejercicios con un control total del cuerpo, sin movimientos bruscos, irregulares o casuales. Los progresos se obtienen a base de perseverancia, trabajando todos los músculos y cambiando constantemente de movimiento, sin llegar al sobreesfuerzo o al agotamiento muscular.
Fluidez. No hay movimientos aislados o estáticos. La agilidad domina sobre la velocidad y cada acción debe ser tan dinámica y fluída como los pasos de un vals.
Respiración. Al igual que en yoga y otras técnicas orientales, la respiración es el director de orquesta que ayuda a coordinar todos los movimientos. Mediante inspiraciones y espiraciones completas el organismo se oxigena y se limpia.
Precisión. Cada acción tiene un propósito y cada instrucción es básica para el éxito del ejercicio. Los movimientos deben ser perfectos, algo que ayuda a combatir los hábitos no deseados. Una vez familiarizados con la práctica, la precisión de los movimientos pasa a formar parte de la persona, ayudándola a lograr un mayor equilibrio corporal y mental.
Otros beneficios
El método también es útil para tratar problemas de la espalda de cervicales, problemas femeninos tras el embarazo y el parto y alteraciones óseas como la osteoporosis.
Yo ya estoy convencida para incluir el Pilates en mi rutina de ejercicio semanal, ¿y vosotros?.