Cataplasma especial para la varicela.

Hace unos días os estuve hablando sobre los remedios naturales que podemos usar para aliviar los síntomas de produce la varicela.

En este post vamos a dar indicaciones de cómo podemos elaborar una cataplasma especial de plantas medicinales para ayudar a disminuir el picor, el dolor y las molestias de las heridas producidas por la varicela.

Esta cataplasma es muy sencilla de elaborar y la podéis usar las veces que queráis según la necesidad del enfermito, espero que os sea muy útil.

Ingredientes

  • Un puñado de flores de violeta fresca o malva.
  • Un puñado de hojas de llantén.
  • Un puñado de hojas de milenrama.
  • Un puñado de flores de caléndula.
  • Aceite de caléndula (flores de caléndula maceradas en aceite vegetal).
  • Agua caliente o hirviendo.
  • Corteza de olmo rojo en polvo (Ulmus rubra).

Lo mejor en este caso sería usar flores y hojas frescas, sino podemos conseguirlas, podemos usar flores y hojas secas pero debemos dejarlas en agua caliente unos minutos.

Si no tenemos corteza de Olmo rojo o resbaladizo, ya que es una especie de América del norte, podemos usar Olmo común (Ulmus minor) que es común en toda Europa y si no podemos sustituirlo por arcilla blanca.

Elaboración y uso

En un bol de cristal o de cerámica echamos las plantas, un poco de agua caliente y el aceite de caléndula, mezclamos bien y añadimos polvo de corteza de olmo. Removemos bien, en unos minutos el polvo irá absorbiendo el agua hasta crear una especie de masilla. Debemos obtener una masa gruesa pero suave para poder aplicarla fácilmente.

 Esta mezcla la usaremos como cataplasma, la aplicaremos directamente en las zonas afectadas y la dejaremos actuar durante uno o dos horas. Os recomiendo que cubráis bien con una sábana o toalla donde vaya a estar nuestro enfermo para manchar lo menos posible el sofá o la cama.

Si nos sobre algo de masa de cataplasma la podemos guardar en la nevera durante al menos 3 días.

Pasado ese tiempo la mejor manera que quitar la cataplasma es con un buen baño de avena. En una bolsa o tela de algodón echamos 3 tazas de harina de avena o copos de avena triturados, lo cerramos con un cordón o similar a modo de saquito y lo metemos en la bañera, abrimos el grifo y llenamos la bañera con agua templada. Si lo deseamos podemos añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o de caléndula (2 ó 3 gotas).

La misma bolsita donde hemos metido la avena nos sirve como esponja, podemos lavar a nuestro pequeño con ella, os recomiendo que apretéis la bolsita de algodón de vez en cuando para que salga bien el jugo de la avena el cual le calmará mucho el picor.

Esta operación la podemos repetir todos los días hasta que el niño se encuentre bien.

Se recomienda usar toallas  y ropa limpia cada vez para prevenir la aparición de infecciones secundarias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.