Nutrición

Alimentación para una próstata sana

La próstata es una glándula masculina situada en el cuello de la vejiga y rodea la uretra, un tubo estrecho a través del cual fluyen el esperma y la orina.

Aproximadamente el 60% de los hombres mayores de 40 años sufren una hipertrofia de esta glándula, que poco a poco va estrangulando la uretra y produce un aumento de la necesidad de orinar y una disminución del flujo y la fuerza de la orina.

Si no se trata, la glándula aumenta de tamaño y llega a impedir el paso de la orina. El tratamiento habitual es la cirugía.

Recomendaciones generales

Al parecer, la causa de la hipertrofia prostática benigna es la reducción de los niveles hormonales. El estrés puede reducir aún más estos niveles, por lo que las técnicas de relajación, el yoga, el tai chi pueden resultar beneficiosas.

Hay que eliminar la cerveza de la dieta, ya que puede incrementar el nivel de prolactina. Los niveles bajos de estas hormona son necesarios para eliminar los síntomas de la hipertrofia prostática.

Se deben bajar los índices de colesterol.

Se deben consumir alimentos integrales, cuyos minerales y vitaminas y su fibra ayudan al cuerpo a depurarse.

Añadir a la dieta alimentos ricos en cinc, como las pipas de calabaza, las nueces pacanas y los cereales integrales. El cinc reduce el tamaño de la próstata y disminuye los síntomas. Además, su deficiencia se ha asociado al cáncer de próstata.

Nutrientes beneficiosos

El cinc reduce el tamaño de la próstata. Las pipas de calabaza son una fuente excelente de este mineral y de ácidos grasos esenciales.

Los ácidos grasos esenciales son importantes. Se pueden tomar 2 cucharaditas de aceite de linaza diarias, además de complementos con Omegas 3 y 6 y de consumir pescado 2 o 3 veces a la semana. Los ácidos grasos esenciales no se pueden obtener de los zumos de frutas.

La vitamina B6 interviene en el metabolismo hormonal y, junto con el cinc, reduce el nivel de prolactina.