Como en tantos otros post, quiero hablaros de la importancia de la alimentación para la salud. Y la entrada de hoy va enfocada a los alimentos que contienen sustancias beneficiosas para el corazón y la circulación.
¿Qué es importante para mantener un corazón sano? Pues sonreír mucho sintiéndolo desde ahí dentro, desde nuestro corazón precisamente, cuidarnos del estrés, hacer ejercicio habitualmente y llevar una buena alimentación, enriqueciéndola con determinados productos muy al alcance de nuestra mano y en extremo beneficiosos.
Nuez
Comer entre 3 y 5 nueces al día, en el desayuno, a media mañana o media tarde, por ejemplo, mejora el pronóstico y evita las recaídas de las personas que han sufrido problemas cardíacos.
También nos previene de sufrirlos, además de alimentar el cerebro.
Esa pequeña cantidad, que no nos hace engordar porque tiene un alimento totalmente aprovechable, cubre las necesidades diarias de Omega 6 y más de la mitad de Omega 3. Ambos ácidos dificultan la formación de coágulos que podrían provocar un infarto y ayudan a disminuir los niveles de colesterol.
Berenjena
Gracias a sus flavonoides y fibras, las berenjenas consiguen bajar el nivel alto de colesterol, que es el principal factor de riesgo para sufrir un infarto o una embolia cerebral.
Además tienen efectos depurativos.
Los expertos recomiendan tomar una berenjena 2 veces por semana, mejor hervida poco tiempo, al horno o al vapor que frita.
Aguacate
Su pulpa contiene gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, muy apropiados para el control del colesterol y los triglicéridos.
Además aporta vitaminas del grupo B, que también tienen un efecto protector sobre el músculo cardíaco.
Conviene consumir de 2 a 3 aguacates a la semana, sin olvidar que son ricos en calorías, por lo que no deben de formar parte de menús fuertes.
Tomate
Junto a su contenido en antioxidantes, como la vitamina C, el flavonoide quercetina o el betacaroteno es destacable porque aporta un fitoquímico peculiar, el licopeno, que baja el nivel de colesterol en la sangre y previene varios tipos de cáncer.
Se encuentra en el tomate fresco y en todos los productos que se elaboran con él, desde el concentrado hasta el zumo pasando por el triturado natural o el ketchup.
La ración indicada es de unos 200 g dos veces a la semana.
Uvas
Buena parte de sus efectos positivos se debe a su contenido en bioflavonoides, que protegen los vasos sanguíneos, previenen la arterioesclerosis, el infarto y la embolia cerebral.
Uno de estos flavonoides es el resveratrol, que se ha demostrado especialmente eficaz para prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Para beneficiarse de las uvas, hay que tomar unos 150 g, preferentemente de uva negra, 2 ó 3 veces por semana.
Germen de trigo
Protege el corazón porque contiene ácidos grasos insaturados que reducen el colesterol y vitamina E, nutriente que captura los radicales libres agresores de las células.
Además mantiene los vasos sanguíneos elásticos e impide que se depositen las grasas que causan la arterioesclerosis.
Tomar a diario 1 cucharada de aceite de germen de trigo cubre las necesidades de vitamina E.
Cebolla
Es uno de los alimentos-medicina para el corazón por excelencia.
Contiene compuestos azufrados y aceites etéreos que previenen la acumulación de grasas en las arterias porque mejoran la capacidad de la sangre para fluir.
Ajo
Lo mismo puede decirse de otro bulbo, el ajo.
Las personas adultas pueden tomar diariamente media cebolla cruda y un par de dientes de ajo.